Jóvenes ‘multitasking’, tendrían menos capacidad de concentración
COLPRENSA-EL PAÍS | CALI, COLOMBIA | Publicado el 27 Junio 2011
COLPRENSA Los autores de dicha investigación sugieren “no ocuparnos de muchas cosas a la misma vez sino queremos cometer errores”.
Hoy en día un joven puede leer por Internet, chatear por el messenger, al tiempo que está en contacto con sus amigos a través del Blackberry y escucha música en el Ipod. Y aunque sus mamás lo duden, también las están escuchando, mientras atienden mil cosas a la vez. ¿Pero será que sí están atendiendo todos esos frentes?
Investigaciones como la realizada por el Laboratorio para el Estudio del Cerebro, la Cognición y la Acción de la Universidad de Michigan, lo dudan, al concluir que “la multiplicidad de tareas hace que la gente avance más lento y multiplican la posibilidad de cometer errores. Y las interrupciones aminoran la capacidad de asimilar información”, asegura David Meyer, científico y director del Laboratorio.
Estudios de la Universidad de Oxford aseguran que los multitarea intensivos se despistan más que los ocasionales. Los usuarios intensivos de la multitarea tardan en atender a una nueva tarea 167 milisegundos más que los más ocasionales.
Pero no se trata de satanizar los cerebros multitarea o ‘multitasking’ de los jóvenes. Se dio una evolución, en el sentido de que pasamos de un pensamiento lineal aristotélico a uno risomático, explica Germán Gallego, director del Programa de Comunicación Social-Periodismo de la Universidad Autónoma.
Es decir, que “mientras las anteriores generaciones necesitaban de una transmisión de información lineal: con inicio, nudo y desenlace, ahora los jóvenes tienen un pensamiento risomático, que es la división de contenidos a partir de unidades de sentido o nodos, que es como está estructurado el cerebro humano”, explica este especialista en Periodismo Electrónico y Tecnología Online.
Las nuevas generaciones están haciendo un uso más apropiado de la estructura cerebral, que es risomática, a través del salto sobre diferentes tipos de mensaje o de conocimiento. Pueden pasar de un video a un audio y estar viendo un videojuego, y simultáneamente leer y escuchar música.
Gallego aclara que el hecho de que “los jóvenes tengan habilidades para manejar una múltiple serie de herramientas y dispositivos de manera simultánea, no implica que su nivel de apropiación y de conocimiento sea igual de múltiple. Lo que algunos estudios concluyen es que por más acceso que se tenga a la información, en la medida en que el aprendizaje no sea significativo, al no llevarse a la práctica, no sirve, se olvida.
Por eso, para Gallego, la solución debe darse desde la educación: “Hay que comprender el pensamiento complejo o multitarea como las múltiples posibilidades de acceso a la información, pero que se debe potencializar en la solución de problemas concretos del entorno”.
En ese sentido, este profesor ve un avance en el proceso educativo de los jóvenes. “Antes nos divulgaban la información, pero no sabíamos para qué. Hoy en día podemos hacer que un estudiante con un conocimiento pueda interactuar de manera significativa, a través de laboratorios, videojuegos, chat. Lo que hacen estos dispositivos es potencializar la capacidad de apropiación del estudiante frente a un tipo de conocimiento”, concluye Gallego.
Sin embargo, para el neurosicólogo del Centro Médico Imbanaco Eduardo José Bueno, “en tiempos de la tecnología multitarea, en donde el individuo se enfrenta a diversos estímulos a la vez, y que no siempre tienen una relación directa con la tarea principal que se realiza, puede suceder que muchos estímulos presenten activaciones parecidas, lo que genera distracción y disminuye la eficacia para mantenerse en la tarea principal. Eso hace que se retrasen los tiempos de ejecución y, posiblemente, la calidad de los resultados”.
Según un estudio realizado por científicos de la École Normale Supérieure de París, Francia, publicado por la revista Sciencia, cuando practicamos la multitarea, cada mitad de nuestro cerebro se ocupa de un asunto diferente.
Esto explica por qué podemos desenvolvernos relativamente bien si vemos la televisión al tiempo que leemos una revista. La cosa se complica si tratamos de mantener simultáneamente una conversación.
Para llegar a esta conclusión, Sylvain Charron y Etienne Koechlin utilizaron imágenes de resonancia magnética funcional para estudiar la actividad cerebral de 32 voluntarios mientras desempeñaban una, dos y tres tareas a la vez. Cuando se concentraban en una sola actividad, las dos mitades de una zona conocida como cingulado anterior y de la corteza premotora estaban activas.
Sin embargo, al ocuparse de dos tareas simultáneas, la actividad del hemisferio cerebral izquierdo se relacionaba con la tarea principal, y la del derecho con la secundaria.
Los autores del estudio aseguran que la función del área frontal del cerebro, vinculada al razonamiento y a la toma de decisiones, está limitada a desempeñar máximo dos tareas al mismo tiempo.
No más de dos tareas
El estudio concluyó que no es posible realizar más de dos tareas al tiempo. Por ejemplo: sí puedes cocinar y hablar por teléfono, caminar y masticar chicle. Pero es imposible conducir y mandar un mensaje de texto, hay muchos elementos cognitivos que se ponen en juego en la realización de esas tareas por lo que es probable que ocurran errores.
Por ello, los autores de dicha investigación sugieren “no ocuparnos de muchas cosas a la misma vez sino queremos cometer errores”.
El neurosicólogo Eduardo José Bueno recomienda que estas multitareas ocupen espacios temporales diferentes, y no se sobrecargue el sistema con múltiples estímulos que el cerebro no logre procesar simultáneamente.
Eso con el fin de optimizar la capacidad de centrarse en una tarea específica mejorando el desempeño.
Además recomienda a todos ‘desenchufarse’ por momentos.
Esto se logra al diversificar intereses y actividades en donde se propicien espacios de interacción sociales, en familia, actividades de tiempo libre diversas que incluyan el deporte y el interés cultural.
Investigaciones como la realizada por el Laboratorio para el Estudio del Cerebro, la Cognición y la Acción de la Universidad de Michigan, lo dudan, al concluir que “la multiplicidad de tareas hace que la gente avance más lento y multiplican la posibilidad de cometer errores. Y las interrupciones aminoran la capacidad de asimilar información”, asegura David Meyer, científico y director del Laboratorio.
Estudios de la Universidad de Oxford aseguran que los multitarea intensivos se despistan más que los ocasionales. Los usuarios intensivos de la multitarea tardan en atender a una nueva tarea 167 milisegundos más que los más ocasionales.
Pero no se trata de satanizar los cerebros multitarea o ‘multitasking’ de los jóvenes. Se dio una evolución, en el sentido de que pasamos de un pensamiento lineal aristotélico a uno risomático, explica Germán Gallego, director del Programa de Comunicación Social-Periodismo de la Universidad Autónoma.
Es decir, que “mientras las anteriores generaciones necesitaban de una transmisión de información lineal: con inicio, nudo y desenlace, ahora los jóvenes tienen un pensamiento risomático, que es la división de contenidos a partir de unidades de sentido o nodos, que es como está estructurado el cerebro humano”, explica este especialista en Periodismo Electrónico y Tecnología Online.
Las nuevas generaciones están haciendo un uso más apropiado de la estructura cerebral, que es risomática, a través del salto sobre diferentes tipos de mensaje o de conocimiento. Pueden pasar de un video a un audio y estar viendo un videojuego, y simultáneamente leer y escuchar música.
Gallego aclara que el hecho de que “los jóvenes tengan habilidades para manejar una múltiple serie de herramientas y dispositivos de manera simultánea, no implica que su nivel de apropiación y de conocimiento sea igual de múltiple. Lo que algunos estudios concluyen es que por más acceso que se tenga a la información, en la medida en que el aprendizaje no sea significativo, al no llevarse a la práctica, no sirve, se olvida.
Por eso, para Gallego, la solución debe darse desde la educación: “Hay que comprender el pensamiento complejo o multitarea como las múltiples posibilidades de acceso a la información, pero que se debe potencializar en la solución de problemas concretos del entorno”.
En ese sentido, este profesor ve un avance en el proceso educativo de los jóvenes. “Antes nos divulgaban la información, pero no sabíamos para qué. Hoy en día podemos hacer que un estudiante con un conocimiento pueda interactuar de manera significativa, a través de laboratorios, videojuegos, chat. Lo que hacen estos dispositivos es potencializar la capacidad de apropiación del estudiante frente a un tipo de conocimiento”, concluye Gallego.
Sin embargo, para el neurosicólogo del Centro Médico Imbanaco Eduardo José Bueno, “en tiempos de la tecnología multitarea, en donde el individuo se enfrenta a diversos estímulos a la vez, y que no siempre tienen una relación directa con la tarea principal que se realiza, puede suceder que muchos estímulos presenten activaciones parecidas, lo que genera distracción y disminuye la eficacia para mantenerse en la tarea principal. Eso hace que se retrasen los tiempos de ejecución y, posiblemente, la calidad de los resultados”.
Según un estudio realizado por científicos de la École Normale Supérieure de París, Francia, publicado por la revista Sciencia, cuando practicamos la multitarea, cada mitad de nuestro cerebro se ocupa de un asunto diferente.
Esto explica por qué podemos desenvolvernos relativamente bien si vemos la televisión al tiempo que leemos una revista. La cosa se complica si tratamos de mantener simultáneamente una conversación.
Para llegar a esta conclusión, Sylvain Charron y Etienne Koechlin utilizaron imágenes de resonancia magnética funcional para estudiar la actividad cerebral de 32 voluntarios mientras desempeñaban una, dos y tres tareas a la vez. Cuando se concentraban en una sola actividad, las dos mitades de una zona conocida como cingulado anterior y de la corteza premotora estaban activas.
Sin embargo, al ocuparse de dos tareas simultáneas, la actividad del hemisferio cerebral izquierdo se relacionaba con la tarea principal, y la del derecho con la secundaria.
Los autores del estudio aseguran que la función del área frontal del cerebro, vinculada al razonamiento y a la toma de decisiones, está limitada a desempeñar máximo dos tareas al mismo tiempo.
No más de dos tareas
El estudio concluyó que no es posible realizar más de dos tareas al tiempo. Por ejemplo: sí puedes cocinar y hablar por teléfono, caminar y masticar chicle. Pero es imposible conducir y mandar un mensaje de texto, hay muchos elementos cognitivos que se ponen en juego en la realización de esas tareas por lo que es probable que ocurran errores.
Por ello, los autores de dicha investigación sugieren “no ocuparnos de muchas cosas a la misma vez sino queremos cometer errores”.
El neurosicólogo Eduardo José Bueno recomienda que estas multitareas ocupen espacios temporales diferentes, y no se sobrecargue el sistema con múltiples estímulos que el cerebro no logre procesar simultáneamente.
Eso con el fin de optimizar la capacidad de centrarse en una tarea específica mejorando el desempeño.
Además recomienda a todos ‘desenchufarse’ por momentos.
Esto se logra al diversificar intereses y actividades en donde se propicien espacios de interacción sociales, en familia, actividades de tiempo libre diversas que incluyan el deporte y el interés cultural.
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