Dado el auge que están cobrando los tablets en el mundo de
la informática doméstica y que su implantación cada vez se generaliza más,
gracias a que cada vez hay más oferta, no es difícil encontrarte con la
cuestión de qué hacer cuando te tienes que comprar un ordenador. “¿Me compro un
tablet o un portátil?”
Con las ventas de portátiles y sobremesa decayendo poco a
poco, y las de tablets, entre iPad y Android subiendo como la espuma, tal vez
parezca fácil decir que la era del PC ha terminado y que, por tanto, lo más
sensato es apuntarse a la era del tablet. Pero la respuesta no es tan sencilla.
En realidad, como siempre, para decidir correctamente hay que pensar en qué se
quiere conseguir, y después, decidir en consecuencia.
Movilidad vs. Portabilidad
Si, de primeras, la decisión es entre un portátil y un tablet,
quiere decir que estar atados a la mesa de un escritorio no entra dentro de los
planes. Sin embargo, sí hay que tener en cuenta la ligera diferencia entre la
movilidad y portabilidad que ofrece cada uno. Si liberarse de cables es el gran
objetivo a conseguir, indudablemente el tablet tiene las de ganar, porque su
reducido tamaño (que ahora ronda entre las 7” y las 10”) lo hace mucho más
ligero.
Por contra, esa movilidad se verá más o menos recortada
dependiendo del uso que vayamos a darle. Desde luego para navegar por Internet
y revisar el correo electrónico, o incluso para escuchar música, el tablet va a
dar un rendimiento más que suficiente, pero vamos a depender de cables
igualmente si hacemos trabajar mucho a la memoria o la GPU (si la tiene), debido
al mayor consumo de energía. Por tanto, si prevemos mover muchos gráficos,
jugar a videojuegos o reproducir películas con un tablet, tal vez la movilidad
no la tengamos tan asegurada, porque dependeríamos de tener un enchufe cerca.
No obstante, incluso en este caso, el tamaño de los tablets
sigue jugando a su favor, y los convierte en ganadores si el principal objetivo
es la libertad de movimiento.
Market y Store vs. Aplicaciones tradicionales
Pregúntate: ¿vas a querer jugar a WoW? Porque si es así, vete
olvidando de comprar un tablet. Lo mismo es válido si estamos hablando de otros
videojuegos para ordenador, o incluso de otro tipo de aplicaciones. Aunque
algunas tienen sus versiones alternativas para tablets, no son ni de lejos
igual de potentes que lo son en un portátil, ya sea porque son primeras
versiones, o porque las características limitadas del tablet lo impiden.
Sin duda, es muy probable que de aquí a poco el tablet se
convierta en un dispositivo imprescindible, complementario del portátil. No obstante,
cuando estamos hablando de capturadoras de vídeo, grabación en dispositivos
extraíbles, grabación de medios en CD, DVD o Blu-Ray, o trabajos de edición de imagen
profesional y similar, así como los videojuegos tradicionales, el claro ganador
hoy por hoy es el ordenador portátil.
¿Es posible que el tablet llegue a sustituirlo en el futuro?
En realidad es más probable que sea el televisor quien lo sustituya en el
futuro, pero incluso en ese caso, si el uso de aplicaciones o juegos
“tradicionales” no es sustituible con lo que puedes encontrar en los mercados
de aplicaciones de los tablets, gana indiscutiblemente el portátil.
Trabajar en la oficina vs. Trabajar en la carretera
En cuanto al trabajo de oficina, entre tablet y portátil se
llega a un empate técnico, y la balanza se decanta a un lado u otro dependiendo
del trabajo a realizar. Tanto en Internet como en los bancos de aplicaciones de
cada uno de los sistemas para tablets hay muchísimas aplicaciones y utilidades
de productividad y de ofimática. Mantenerse conectado con la oficina mientras
se está de viaje o durante las vacaciones es, desde luego, mucho más sencillo
con un tablet que con un portátil.
Por otro lado, trabajar con un teclado, un ratón y una
pantalla más grandes en un escritorio es muchísimo más cómodo que con diez
dedos encima de un rectángulo de 10”. Además, hoy por hoy los productos
ofimáticos ofertados para los tablets son muy limitados en cuanto a
funcionalidad. Uniendo eso a la limitación técnica que tiene una pantalla pequeña,
hace del tablet una mala opción si se pretende trabajar con ella en una
oficina. No obstante, es una muy buena opción para los comerciales o
trabajadores que no paran quietos. Si tu trabajo consiste en no parar de
moverte, tal vez un tablet sea un gran complemento a tu trabajo, pero seguirás
dependiendo de una manera o de otra de un ordenador de trabajo para tus horas
de oficina.
Multimedia móvil vs. Multimedia portátil
Si el objetivo es poder reproducir vídeo y audio, ahora
mismo tanto tablets como portátiles pueden darte una experiencia de usuario
parecida. Cierto es que los tablets no incorporan una tarjeta de sonido de
varios canales, ni una gran calidad de audio en los altavoces, pero lo mismo
puede decirse de algunos portátiles del mercado. La diferencia, en gran medida,
se encuentra en la calidad y el tamaño de la pantalla. Si bien es cierto que
las pantallas de los portátiles no tienen por qué ser grandes maravillas,
especialmente si nos movemos en el rango de precios de un tablet, sí son, por regla
general, más grandes, mejorando el visionado de películas y clips de vídeo.
Por otro lado, cada vez es más común ver tablets con puerto
HDMI, lo que hace que, además de su mayor movilidad, un tablet tenga la
capacidad de conectarse a una pantalla más grande, un televisor, o incluso un
proyector, para reproducir vídeo y audio. Aunque esto muy común también en las
tarjetas gráficas incorporadas a los portátiles, el tablet es mucho más cómodo
de manipular precisamente por su menor tamaño.
Por tanto, si nuestro objetivo es tener la mejor experiencia
audiovisual con el tablet o el portátil que compremos, quizá la mejor opción
(de momento) siga siendo el portátil, aunque habrá que ver cómo se las gastan
los tablets que están por venir.
Leer en el escritorio vs. Leer en cualquier parte
Una de las razones más importantes por las que un tablet
puede ser la mejor compra es la lectura de medios digitales. Tanto si se trata
de periódicos online, blogs u otras páginas y sitios de Internet, como si se
trata de la lectura de libros digitales o cómics, el tablet gana de calle al
portátil. Su manejabilidad, la usabilidad añadida que le da la pantalla táctil,
la posibilidad de leer en vertical y en horizontal y, sobre todo, la facilidad
con la que se puede leer fuera del escritorio (por ejemplo, en el baño), lo
declaran ganador en este aspecto.
Eso sí, antes de gastarte entre 300 y 500 euros en un
supertablet de última generación, hay que tener en cuenta unas cuantas cosas.
En primer lugar, si vas a querer leer fuera de casa y lees más libros que
revistas o Internet, tal vez te interese un e-reader básico en blanco y negro,
porque la pantalla evita los reflejos de la luz diurna, gasta mucha menos
batería y es tremendamente más barato. Segundo, si tu objetivo es leer
publicaciones gráficas, como cómics, recuerda que estos archivos se ven mejor
en pantallas de 10” que en pantallas de 7”, y que por ser archivos gráficos
suelen ocupar bastante espacio de disco, así que te conviene un tablet con unas
cuantas gigas de espacio. Y tercero, si vas a leer material protegido por DRM,
lleva cuidado con el sistema que compras, porque podrías llevarte un chasco si
alguna vez intentas leer los archivos protegidos en otro sitio.
Precio vs. Calidad
Probablemente el precio sea el factor más importante para la
mayoría. El hecho de que tras bajar a 99$, el HP Touchpad saturara su línea de
ventas indica que hay un mercado incipiente para los tablets baratos, y parte
del éxito que están teniendo se deriva de los tablets “clónicos” y muy baratos
que ofrecen marcas de relativamente poco renombre, pero que son totalmente
funcionales.
En caso de que el precio sea el mayor factor a tener en
cuenta en tu caso, a pesar de haber tablets tan caros como un portátil, lo más
normal es que el tablet sea la opción adecuada. Sin embargo, el dicho de que
“algo barato te puede salir muy caro” podría ser cierto si no tienes en cuenta
el resto de cuestiones importantes que se tratan en este artículo. Si solo te
preocupas por el precio, podrías comprar un tablet de baja calidad que no
acabase de cumplir todas tus expectativas, teniendo que invertir más dinero
después en un mejor tablet o un portátil que sí las cumpliera. Es mejor elegir
bien desde un principio.
Conclusiones
Aunque no todas, estas son algunas de las razones más
importantes por las que es importante decidir bien a la hora de comprarse un
tablet o un portátil. Que la era del PC tradicional está tocando a su fin es
indudable. La informática personal es cada vez más personal, y el término
“Personal Computer” hoy en día ya se puede aplicar con más propiedad a un
smartphone que al ordenador de casa.
Sin embargo, y a pesar de los grandes avances, el mercado ultra
portátil está todavía muy verde para sustituir a la informática de sobremesa,
que para determinadas tareas es más cómoda y, en ocasiones imprescindible. En
el mejor de los casos, incluso cuando un tablet cumpla todos los requisitos
para ser la opción adecuada, lo más probable es que todavía sea necesario un
ordenador tradicional para complementarlo.
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