La diferencia entre quienes logran sus objetivos y quienes
fracasan está en la disposición y la actitud para superar cinco barreras
fundamentales.
Las barreras que se interponen entre la gente y el éxito son
fáciles de sortear pero primero hay que aprender a identificarlas. ¿Por qué
algunos logran alcanzar sus metas y otros no? La clave está en que las personas
exitosas pueden sortear cinco barreras que garantizan el fracaso.
Una columna editorial publicada en la Revista Mercado de
Argentina analiza a profundidad algunos miedos constantes del fracaso.
Metas sin inspiración
Cuando las personas se fijan metas tienden a pensarlas como
una “cosa” del mundo real: más dinero, un carro, terminar de escribir un libro,
etc. Lamentablemente estas metas no inspiran porque no hablan de las emociones
positivas sino de los objetos a alcanzar. La clave, entonces, es pensar en cómo
se sentirá cuando cumpla su objetivo. De esta manera hará todo lo posible para
conseguirlo.
Miedo al fracaso
Si se tiene miedo al fracaso, no se correrán los riesgos
para alcanzar objetivos. No se llamará a las personas indicadas por miedo al
rechazo; no se renunciará de un trabajo mediocre por miedo a fracasar en un
emprendimiento propio. Decida que el fracaso es una condición temporaria. De
esta manera, si las cosas no marchan bien, su actitud frente al objetivo final
no cambiará.
Miedo al éxito
Este miedo es aún más corrosivo que el primero. Si logra
algo espectacular, la posibilidad de perderlo todo puede inmovilizarlo. Estos
pensamientos -¿qué pasa si mis amigos ya no me quieren? ¿Qué pasa si pierdo
todo?- pueden llevar a autosabotearse. Para superar esta barrera necesita un
cambio de actitud: decida que, pase lo que pase, será feliz. No se enfoque en
problemas sino en cómo podrá ayudar a sus amigos y familiares alcanzar sus
propias metas.
Tiempos poco realistas
La mayoría de las personas piensan que pueden hacer más de
lo que creen en una semana. Se esfuerzan, entonces, en planear muchas
actividades en un periodo corto de tiempo. La inhabilidad para hacerlas todas
podría desmotivarlo rápido. Trate, en cambio, de organizar las actividades más
importantes (aquel 20% que logran 80% de los resultados).
Preocuparse por los tiempos muertos
Ocurrirá muchas veces que se encuentre en un punto en el que
las cosas simplemente no avanzan. Esos “baches” pueden servir como excusa para
rendirse: no deje que eso ocurra. Cuando llegue, entienda que es momento de
celebrar y no de darse por vencido. Significa que pronto las cosas comenzarán a
moverse devuelta y debe estar preparado.
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